*** Y EL CENSO DE 2012 MUESTRA QUE SOMOS MÁS DE UN MILLÓN Y MEDIO DE MAPUCHE, SOMOS UN PUEBLO VIVO, SOMOS LOS HIJOS DE LOS QUE NO PUDISTEIS MATAR ***

lunes, 17 de octubre de 2011

Patricia Troncoso, y la lucha mapuche contra un Estado al servicio de las empresas forestales, mineras e hidroeléctricas.

“Tierra y Territorio es lo que pedimos  como guerreros de nuestro amado pueblo y en una conciencia mas profunda hemos optado por resistirnos al olvido y a morir en silencio como pueblo heredero de estas tierras.”

Patricia Troncoso, con su palabra humilde, sencilla pero a su vez firme, no hace demasiado alarde del premio internacional de la paz que este fin de semana le entregó la Oficina de Políticas por la Paz de la comuna de Ferrara, en colaboración con "Las Casas de los Ángeles de Daniel", organización de derechos humanos. Incluso señala que ese premio lo rechazó al principio por que la lucha de ella y otras decenas de mapuche encarcelados y torturados solo es el deber y la obligación que se tiene como mapuche el ser protagonistas del proceso de recuperación territorial que ha sido invadido y usurpado por las empresas mineras, forestales y ahora de los megaproyectos hidroeléctricos en territorio ancestral. A Italia viajó en su representación su compañero de lucha, el werken Jose Llanquileo de la comunidad Juana Millahual de Rucañanko.

La “Chepa” ha sido considerada un verdadero símbolo de la lucha mapuche y fue protagonista de una de las huelgas de hambre más prolongada durante el gobierno de Michelle Bachelet. A Bachelet no le trepidó su mano para ordenar la aplicación de la ley antiterrorista heredada de Pinochet y refrendada por Ricardo Lagos e hizo oídos sordos a las demandas legítimas que en ese momento exigían los comuneros encarcelados bajo acusaciones extremas y aplicándoseles  cuanto artículo podían, a través de las fiscalías y abogados del estado, en defensa de los intereses de poderes económicos que han usufructuado de la riqueza natural del sur de Chile y del asesinato del ecosistema donde se desenvuelve la vida del mapuche.

Patricia Troncoso, quien estuvo 112 días en huelga de hambre ante la mirada atónita del mundo que reclamaba indignado por la medida injusta de negación de demandas que ella exigía, fue condenada a 10 años por un incendio forestal en el predio de la empresa Mininco, del grupo Matte y se encuentra ahora en libertad condicional viviendo en Angol, esperando el fallo de la Corte Interamericana, adonde demandó al Estado de Chile.
La extensa huelga que ella protagonizó fue terminada por la mediación que realizó el obispo Alejandro Goic en el año 2008 donde consiguió tener libertad dominical y este año accede a la libertad condicional.

El 10 de octubre de 2007, Patricia Troncoso había iniciado una  huelga de hambre seca en la cárcel de Angol, junto con otros comuneros: José Huenchunao, Juan Millalén, Jaime Marileo y Héctor Llaitul. Solo ella mantiene la huelga para concitar la atención hacia sus demandas más generales; la desmilitarización del territorio mapuche, la derogación de la Ley Antiterrorista y la libertad a todos los presos políticos mapuches. Sin embargo, cuando ya llevaba alrededor de 100 días en huelga, como un gesto de respuesta a las solicitudes de su familia, redacta un nuevo petitorio, donde exigía: Pasar a un CET, Centro de Educación y Trabajo con opción a actividades laborales; Salidas dominicales; Libertad condicional en un plazo prudente (6 meses como máximo) y La revisión del caso Poluco-Pidenco.

Señala ella misma que cumple su condena el 2013, pero hace poco se le aplicó una ley con la cual la pena estaría ya cumplida. Esto, producto de que el mismo tribunal de la Corte Interamericana está presionando. Esa resolución  dejaría en libertad a los nueve comuneros que apelaron junto a ella ante la Corte Internacional y dicha causa se vería en enero y febrero próximo.

Enfatiza la Chepa que en ese trámite jurídico internacional no se busca compensación económica al daño ocasionado, el cual ya está hecho, sino que se está elevando la discusión a un tema mucho mayor, en base a la Ñuque Mapu. “Tierra y Territorio es lo que pedimos  como guerreros de nuestro amado pueblo y en una conciencia mas profunda hemos optado por resistirnos al olvido y a morir en silencio como pueblo heredero de estas tierras.” señala Patricia.


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