*** Y EL CENSO DE 2012 MUESTRA QUE SOMOS MÁS DE UN MILLÓN Y MEDIO DE MAPUCHE, SOMOS UN PUEBLO VIVO, SOMOS LOS HIJOS DE LOS QUE NO PUDISTEIS MATAR ***

sábado, 5 de noviembre de 2011

Maria Paz Santibañez, la joven pianista que le ganó a la muerte y a las balas en la movilización estudiantil de 1987.

En el último tiempo hemos estado frente a una generalizada movilización por demandas y reivindicaciones, lo que ha llevado a diversas organizaciones a salir a las calles para hacer presente su protesta y exigir una respuesta al estado y sus organismos.
La respuesta ha sido la represión violenta de la policía en cada ocasión y poco ha variado la actuación policial a lo que se vivió en la dictadura en los años 1985-1990. Todo ha seguido igual, con veinte años de un gobierno que se autodenominaba progresista incluido.

Cómo no recordar esa primavera del año 1987, cuando los estudiantes de la Universidad de Chile realizaban esas carnavalescas y dinámicas jornadas de protesta en contra de la imposición del rector Federici y por la defensa de su universidad.

El 24 de septiembre de ese año, mientras se realizaba una protesta frente al Teatro Municipal, María Paz Santibáñez, una joven pianista que realizaba sus estudios de licenciatura en música en la Universidad de Chile, realizaba un rayado alusivo a las jornadas en una pared, y en ese momento el policía Orlando Sotomayor sacó su arma hiriéndola de extrema gravedad en la cabeza. “En un momento sentí que mi cabeza explotaba. Luego vi el video en que se registraron los hechos, y conocí el relato de testigos presentes: el carabinero, funcionario del estado chileno, me había puesto su arma de servicio en la nuca y había disparado por la espalda y a corta distancia” relata años más tarde María Paz.
Ella tenía muy bien proyectada su carrera y se titularía en 1991, pero recién pudo hacerlo en 1998, con muchísimas dificultades, y habiendo debido asumir una parálisis de parte de su cuerpo por la pérdida de masa encefálica. Las marcas "visibles" son las del disparo, dos agujeros de 10 y 3 cm. de diámetro en su cabeza.

No le fue fácil a María Paz  reconstruir su vida, pero más pudo el coraje que desde niña tuvo para avanzar a su objetivo, no obstante tener que realizar durante los siguientes 15 años los trámites burocráticos de la justicia que aun mantenía su causa abierta en los tribunales y con nuevos nombres al ya estar instaurado un nuevo gobierno.

Actualmente María Paz, radicada en Francia, es una eximia pianista y participa en aplaudidos conciertos con una crítica que muchos en Chile desconocen. Hace una semana el diario Helsingin Sanomat, refiriéndose a su participación en el Concierto de Finlandia decía: "Las piezas más emocionantes del concierto fueron dos estudios de Maurice Ohana. En sus estudios Ohana ha creado un lenguaje y una gramática pianísticos nuevos, cuyo dominio requiere de una gran maestría. En la pieza Tercer pedal, la pianista brilló con una magia sonora nunca antes escuchada. Dos preludios muy conocidos de Debussy fueron la mejor medida para demostrar la maestría de Paz Santibáñez: se trata de una virtuosa de máxima altura y una poetisa moderna del piano."

Ella es enfática en señalar en que “Yo soy pianista. No desconozco mi historia, ni eludo responsabilidades como ciudadana chilena, pero ahora estoy  tranquila en un escenario como artista. Toco en lugares donde nadie tiene idea que yo fui baleada en la cabeza por un carabinero en una protesta el año 1987, sino que me conocen como pianista", pero quienes sí conocemos de ella,  y quienes vivimos a diario las movilizaciones en este país vemos en ella una víctima de la represión con similitudes en el accionar de parte de los organismos estatales y casi iguales en el modo de acallar la voz de la juventud  que se atreve a alzarse en pos de ser escuchados en sus legítimas demandas.

No debemos olvidar que por las demandas de su pueblo el joven mapuche Alex Lemun fue asesinado por una bala disparada a su cabeza y  Matías Catrileo también fue muerto por un balazo en la espalda… y este año, un joven estudiante como María Paz en jornadas de movilización fue muerto por una bala. Las tres muertes realizadas por funcionarios del estado chileno y que gozan de la más completa impunidad. La casi misma suerte que corrió María Paz.

Gracias a esa posibilidad que le entregó la vida a su vida, creo que me sentaré en un palco a aplaudirla en ese festival universitario donde ella participará en enero próximo cuando nos visite nuevamente. Ganarle a la muerte no es menor.

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