En un desesperado intento del
gobierno para aquietar las protestas, denuncias y condenas que se hacen a nivel nacional e internacional
por la represión, criminalización y condenas viciadas jurídicamente a comuneros
y hacia el pueblo mapuche en general, Piñera llega a la región de La Araucanía
en medio de dos Huelgas de Hambre de Presos Políticos Mapuche y el descontento
de las comunidades que no participan de
la orquestada parafernalia de la ADI, cuya creación e implementación aun no está clara ni siquiera entre sus
integrantes, salvo las archiconocidos
discursos promesas de un mejor futuro para quienes se unan a este carro
de los mapuche buenos y campesinos pobres, como los muestra el gobierno.
La llegada de Piñera a la zona
contó con una espontánea protesta y rechazo de comunidades quienes no tuvieron
miedo de encararlo directamente en la plaza de Ercilla mientras señalaba que
“el gobierno no cedería ante las huelgas de hambre ni ante la acción de "violentistas mapuche”. Mientras tanto fuerzas especiales de la policía
militarizada de la zona irrumpía violentamente en las comunidades de Temucuicui
con la violencia caracterizada, e inusitados controles de seguridad que incluyó
neutralizar y amedrentar a algunos miembros de esas comunidades.
Mientras Piñera hablaba no ceder
ante las exigencias de los comuneros en huelga, paralelamente el INDH realizaba
conversaciones con los comuneros de la cárcel de Temuco para que depusieran su
medida. El presidente recién aterrizaba en La Moneda, cuando se dio a conocer
que tras las gestiones del INDH, los comuneros en 23 días de huelga de hambre,
serían trasladados a la cárcel de Angol. Y esa era su única exigencia, logrando
ganar a pesar de poner en riesgo sus vidas, a pesar de las palabras alteradas
de Piñera. Los mapuche en huelga de la cárcel de Temuco, le doblaban la mano a
Gendarmería y de paso callaban el discurso del intendente de La Araucanía de
que no negociarían ante esas demandas.
Quedaba la huelga de hambre de
los jóvenes comuneros de la comunidad
Wente Winkul Mapu de la cárcel de Angol, quienes se acercaban a los dos
meses en su acción de protesta y días
antes habían sido trasladados a Concepción para obligarlos a ingerir alimentos.
Ellos fueron devueltos al penal de Angol y sin que el gobierno pudiera cumplir
con su propósito atentatorio y vulnerador de los derechos humanos de los
huelguistas. Ellos manifestaron resistir hasta el final, hasta que se lograra
la nulidad de la condena a mas de 11 años que afectaba a dos de ellos y la
exigencia de un juicio justo, tramite que debería resolver la Corte Suprema
tras un recurso de nulidad presentado por la defensa.
Como el presidente había señalado
que el gobierno no cedería a las demandas de los huelguistas y no muy seguros
de lo que podría resolver la justicia en el recurso de nulidad, se debía echar
mano a todos los recursos para “cumplirle al jefe y su discurso”.
Es así como a 14 horas de lo que
debía resolver la Corte Suprema, TVN lanza su publicitado programa
“periodístico” Informe Especial, cuya edición se sabe fue varias veces
trabajada. Atrás quedaron los meses de trabajo de equipos de televisión en la
zona de Ercilla, las entrevistas a las autoridades de las comunidades y la
documentación periodística de lo que al final mostraron. Terminó el televidente
viendo relatos de “pobres víctimas” de la “violencia de los mapuche”, del
abnegado trabajo del fiscal Chamorro y donde un tendencioso periodista relataba
que la receta sería tomar el ejemplo del pueblo maorí y extasiado los mostraba
bailando en una Nueva Zelandia que lograba “pacificar” a indígenas.
Al parecer el programa no cumplió
con el objetivo dirigido al fallo de la Corte Suprema o sus integrantes no lo
vieron. Pero como el mapuche no tiene tiempo de bailar como el maorí, rápidamente
se convocó para el día siguiente a asistir a esperar el fallo del tribunal,
mientras a esa misma hora en Temuco, una multitudinaria marcha exigía la
libertad de los mapuche en huelga y también la libertad procesal y nulidad al
juicio que condenó al emblemático Werken de Temucuicui, Mijael Carbone, quien
tras una condena en un fallo judicial viciado, hoy se encuentra en la
clandestinidad.
Resultado de esa jornada, los
Tribunales emiten un fallo que logra rebaja de condena y la libertad de Paulino Levipan, uno de los
huelguistas, y la revisión del juicio del tribunal de Collipulli. Con ello también
finalizaba la Huelga de Hambre de la cárcel de Angol, tras 60 días.
De la AD y de las bravo cunadas
del presidente en Ercilla ya nada se habla. Un nuevo revés en su constante afán
de denostar al pueblo mapuche tal como ha sucedido durante años, donde el
estado se presenta como el gran protector de los intereses de los latifundistas
y grupos económicos que se ven amenazados ante estos “mapuche malos”.
Ni el baile maorí presentado por
Santiago Pavlovic y los maniquíes del fiscal Chamorro pudieron esta vez ante la
resistencia y la justa demanda de territorio y libertad que reclama
legítimamente el pueblo mapuche, y que según las mismas palabras de sus
autoridades, la lucha por sus demandas no finalizan con el término de la huelga
de hambre. Finalizarán cuando se desmilitarice el territorio y quienes usurpan la ñuke Mapu, restituyan a
sus legítimos dueños esas tierras ancestrales que dan vida.. a su vida.
Gonzalo Manquepillán O.
Para Diario La Opinion
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