El racismo que se transforma en persecusión a profesora mapuche que exige su derecho a implementar educación tradicional de su pueblo.

En la populosa comuna de Cerro Navia, entre el polvo de sus calles que distan mucho de parecerse a los pastos verdes del sur, juegan centenares de niños cuyos padres y familiares provienen del territorio mapuche. Son estos niños quienes son parte de la vida y dan sentido a la vida de Pamela Cona Huichalao, una joven mujer mapuche profesora de profesión y educadora tradicional mapuche por herencia., nacida en la cuna de una familia constituida al calor de la tradición,  conocimientos y lucha de su pueblo y como ella misma relata “escuchando el mapudungun, porque desde niña me enseñaron que yo era mapuche, siempre se me inculcó el valor de creer en lo nuestro, de tener feyentun, de hacer rogativas, tengo hartos hermanos como las familias mapuches antiguas, hemos vivido la persecución y violencia del estado chileno de muy cerca, así mismo mis hermanas han sido heridas y otros familiares han estado en prisión política, desde que tengo uso de razón me han enseñado los valores de tiene nuestro pueblo, y eso se lo trato de inculcar a mi hijo de y a mis alumnos”. Su madre proviene de Purén, es lawentuchefe (persona con conocimientos en medicina mapuche) y su padre oriundo de Lautaro.

Con la tristeza que se refleja en su mirada y con la impotencia por saberse perseguida y humillada nos sentamos a conversar con Pamela, quien nos cuenta que lleva 11 años ejerciendo como docente en una escuela municipal, en  la cual ha transmitido los valores y conocimientos desde la visión mapuche; durante este año y a propósito de las demandas que plantea la FEMAE (federación mapuche de estudiantes)  la “mapuche educación” como legitima demanda del pueblo mapuche, es que ella lucha por este derecho, dentro de la corporación municipal de educación en la comuna de Cerro Navia.

“Somos nosotros los mapuche quienes tenemos que ejercer los derechos a tener nuestra propia forma de educar, una persona no mapuche no puede pretender enseñar nuestra cultura,  pues no posee los conocimientos, por lo mismo nosotros tenemos que ser responsables  de velar por nuestras demandas históricas y entre ellas está la educación desde lo mapuche” señala Pamela al referirse a la necesidad de implementar programas de interculturalidad en las escuelas.

Estas ideas y planteamientos claros,  han generado a una persecución racista y política en su contra. Ha recibido amenazas verbales, descalificaciones, desacreditaciones, burlas, provocaciones permanentes que denigran y vulneran su  integridad como persona, profesional, y mujer mapuche, lo que la ha llevado a un estado de angustia y sentimiento, de abusos ante su condición de mujer  mapuche, siendo tratada hasta de “la india” por parte del personal del establecimiento en donde ejerce su labor como docente. Actualmente Pamela se encuentra con licencia afectada de  una depresión y estrés, además  hace unas semanas se le ha informado que será sumariada, por presuntas “faltas en su labor como docente”.

La joven mapuche es enfática en señalar que tales injurias solo buscan dejarla inhabilitada para seguir luchando por los derechos que su pueblo tiene, “derechos que han sido a través de la lucha que nuestra gente ha dado, que han dado nuestros mayores, nuestros jóvenes encarcelados, nuestros hermanos asesinados. Todo mapuche que de alguna forma comienzan a exigir sus derechos, es de inmediato acallado de cualquier forma, usando las maniobras mas inhumanas y deplorables que se pueden imponer sobre una persona, no estoy dispuesta a que se lucre con el tema de la interculturalidad, no nos interesa la plata, solo nos interesa poder usar los colegios como un espacio de formación de niños y niñas, en comunas donde existe uno de los mayores índices de alumnos mapuche, menores que no se reconocen como lo que son, que aun no conocen sus raíces”.

Pamela Cona hace un llamado “a todos quienes crean que nosotros somos capaces de velar por nuestros derechos, territoriales, lingüísticos, educacionales, a que no permitan que organismos dependientes del estado chileno, una vez mas se burlen se nosotros, nos censuren cuando nos ven como personas peligrosas, por saber lo que queremos para el futuro de nuestro pueblo, para volver a reconstruirnos como nación mapuche, pu lamngen les solicito su apoyo ya que esto es un precedente de cómo personas no mapuches y con interese políticos  pueden apoderarse de las iniciativas que se crean a raíz de las históricas  demandas mapuche”.

En la conversación extensa donde relata su situación, la joven profesional mapuche hace un fraternal llamado a la FEMAE, a la Red de Educadores Mapuche, a los derechos lingüísticos, a la CODEMU, a todos quienes les interese el desarrollo de la cultura a través de una educación en las aulas, a las organizaciones mapuche, medios de comunicación mapuche, a los diferentes organismos que dicen velar por los derechos que tiene el mapuche como seres pertenecientes a pueblos ancestrales y a todo aquel que solidarice con la causa justa. Llama a denunciar estos actos y a pronunciarse ante la ola de hechos y estrategias políticas que buscan frenar el trabajo que realizan como mapuche consientes”

 El pueblo mapuche a debido luchar durante años por sus legitimas demandas, tanto territorialmente como al derecho a salud tradicional y a una mapuche educación que formará a los  niños bajo los conocimientos y valores particulares del mapuche, por lo tanto es inconcebible pasar por alto estas situaciones de racismo e intolerancia con quien lleva un apellido mapuche, con quien viste con sus atuendos tradicionales, con quien proviene de una familia mapuche y con quien es una mujer mapuche.

Gonzalo Manquepillán O.