Múltiples
son las estrategias que ha desarrollado e implementado por más de 200 años el
estado chileno, para dominar el potencial económico que emana de las tierras y
sus recursos en el territorio mapuche al sur del Bío Bío, en el wallmapu.
Hoy,
con la parafernalia comunicacional que acostumbran realizar los medios afines a
mostrar una "imagen país" de prosperidad, progreso, desarrollo y
atención con las comunidades mapuche y sus organizaciones, anuncian la creación
del Banco Mapuche, proyecto estrella nacido en las oficinas del ministerio de
desarrollo social encabezado por Joaquín Lavín con la asesoría especializada de
quienes manejan en los termas contingentes político sociales con una
calculadora comercial en lugar de una carpeta con las reales demandas y
necesidades de quienes conforman las comunidades mapuche y que habitan las
regiones donde está apuntado el proyecto gubernamental.
Los
medios oficiales señalan que con un capital de 10 millones de dólares se pondrá
en funcionamiento a partir del segundo semestre de este año el nuevo banco
mapuche y cuyo fondo financiará proyectos productivos en comunidades
originarias de las regiones del Biobío, La Araucanía, Los Lagos y Tarapacá, los
que actualmente no son sujetos de créditos en la banca tradicional. Esto,
porque no pueden dejar sus tierras en garantía y por la falta de formalización
en materia tributaria. Los recursos provienen del Banco Interamericano del
Desarrollo, la Conadi y los Gobiernos Regionales.
El
gobierno rápidamente señaló, a través del jefe de unidad de regiones de la
secretaría general de la presidencia “Esto no es un subsidio, va a funcionar
como un fondo rotatorio. Los recursos que ellos vayan ingresando se van
reinvirtiendo en el fondo para que puedan destinarse a otros préstamos y, de
esta forma, lograr que el fondo sea autosustentable en el tiempo” y la idea es
que los mapuche tengan recursos para desarrollar o mejorar sus proyectos
productivos, los que deben mostrar una determinada rentabilidad.
Una
manera elegante, a mi modo de pensar, de hacer usufructo de las escasas
ganancias que pueda lograr cualquier emprendedor mapuche que se atreva a optar
a este programa de préstamo y juego financiero, el que obviamente deja como una
oficina menor a la actual Indap que hasta la fecha realizaba las funciones de
entrega de los medios para distintos tipos de programas de desarrollo en el
área rural. Ahora al parecer se requiere la famosa palabra-objetivo
"rentabilidad" y así lo deja de manifiesto las palabras del director
de Conadi, quien señaló que este banco financiará principalmente proyectos
agrícolas rentables, como el cultivo de arándanos o avellano europeo, y también
relacionados con el ecoturismo o la industria. Obviamente el negocio de la
leche, los pinos y eucaliptus o la electricidad, ya tienen otros
"emprendedores" quienes tienen bancos, financieras, corporaciones y
nadie controla sus rentabilidades.
El
mentado Banco Mapuche, anuncia funcionamiento dentro de dos meses. Pero no se
ha dicho quién lo operará ni a quien llegarán los recursos y/o utilidades de la
rentabilidad esperada, porque como mapuche que acostumbramos a manejar la
economía para subsistir y el trafkin para colaborarnos, poco o nada sirve andar
con una calculadora solar en el wallmapu lluvioso y preocupados de los sistemas
contables y financieros. Esto sin contar que tampoco está claro de qué pasará
si hay un proyecto productivo que no logre el objetivo por diversos motivos
como plagas, lluvias o simplemente un mal negocio que no fue como se esperaba
resultase. Vendrán ahí los protestos y los embargos?... porque así se estila en
los proyectos bancarios y del sistema financiero de este país. O
será como me dijo un amigo hace un rato, como aquel chiste de Kramer: "Te
compro el piano y a los segundos le dice: Te lo arriendo" ?
Así
son las cosas extrañas y fórmulas emanadas de los ágiles asesores y mentes
brillantes del estado que están "encargadas" de las políticas
sociales y desarrollo para los pueblos originarios. Todo pasa por el cálculo
comercial de ganancias, que a mi parecer también está bien, pero se contrapone
a los millonarios gastos que se realizan para implementar de recursos estratosféricos
a las fuerzas policiales que co-habitan con las comunidades mapuche al sur del
Bío Bío. O será rentable comprar y dar uso a armamento bélico israelí que se
usa en allanamientos a las comunidades mapuche?
No
hay que ser economista para entender que el mapuche no necesita un cheque en
alguna ventanilla para trabajar lo que le pertenece. El mapuche necesita sus
tierras, necesita sus ríos, necesita su mar. Si se quiere ayudar al desarrollo
del wallmapu, buena sería la idea de que los pinos y eucaliptus se trasladen a algún
aserradero en La Dehesa y Las Condes y se subsidie a quienes allí habitan,
ellos son los expertos en negocios. El mapuche solo vive y convive con su
tierra, nació de ella, se nutre y vive por ella.
Gonzalo
Manquepillán O.
Nota de
opinión publicada en:
La Opiñon:
http://www.laopinon.cl/node/29516
MapuExpress : http://www.mapuexpress.net/?act=publications&id=7788
Radio del Mar: http://radiodelmar.cl/rdm_2012/index.php/opinion/99-noticias2/2141-iel-banco-mapuche-que-operara-para-la-banca-financiera.html
Política Indígena :
http://www.politicaindigena.org/noticias_1.php?pag=1421
No hay comentarios:
Publicar un comentario